viernes, 8 de julio de 2011

Un ejemplo a seguir: Damaris Cifuentes Hernández

Joven luchadora, llena de vida, alegre, proactiva, pero que por cuestiones del destino nació con un problema congénito, denominado clínicamente meningocele con derivación al peritoneo, la cual la marco de por vida.

Con apenas 27 años, cuenta con todo el apoyo de su padre, un hombre de 62 años de edad llamado Oscar Williams Cifuentes, y de su hermano menor Gerson Daniel, y de sus otros dos hermanos Rubén Darío y Maryori, quienes pese a no vivir con ella, la visitan constantemente.

A lo largo de su vida ha recibido muy poca ayuda de parte de entes públicos y privados, pero se puede mencionar que le fueron donados una licuadora, un colchón, una silla especial para hacer sus necesidades.

Además, recibió una silla de rudas especial de parte del Comandante de la Marina y de la Comisionada Distrital de la parroquia El Amparo Sheyla Salas quienes han estado al pendiente de la salud de Damaris.

Su padre se dedica a la carpintería y a la albañilería, pero el trabajo ha estado escaso en el último año; además su casa sufrió un incendio hace dos años, estando presente toda la familia, a dios gracia no hubo heridos, pero si daños materiales.

La comisionaduría ha gestionado que Damaris reciba atención médica por parte de los médicos de CDI, le colocaron calzas, y posteriormente le harán otros trabajos odontológicos; asimismo ha recibido una atención especial por parte de empleados del referido ente.

Ha salido a pasear, cosa que antes no hacía, pues su padre y hermano la protegen mucho para que no sea objeto de burla por parte de personas imprudentes; su casa es muy humilde, el terreno es ejido, no tiene espejos, ni fotos: tienen un televisor y un DVD donde ven películas, cuando no se encuentran tomando fresco en el patio de la casa.

También Damaris tiene un gran amor que es su sobrino de seis años, llamado Luis Alejandro Cifuentes, quien todas las tardes practica con ella lo que ha aprendido en un colegio de Arauca, por vivir en zona fronteriza, muchas familias optan por estudiar en la vecina Republica de Colombia.

Damaris es una chica soñadora y con una calidad humana única que le permiten abrirse a personas desconocidas, saludar, reírse, compartir y disfrutar de las visitas que recibe por parte de sus familiares, personas que predican la palabra de Dios, y gente que desean de todo corazón que se mejore y ayudarla con su salud.

Texto Lcda. Sheymar Salas CNP 13.786

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